martes, 15 de julio de 2014

NUESTRO ALCALDE LAS CUENTAS Y LOS COMPROMISOS CON EL EMPLEO

 TEXTO COPIADO DEL BLOG DE JUAN ALBERTO BELLOCH DE FECHA 19 DE MAYO

Precisión, legalidad y paciencia


"La “accuracy”, la precisión, es uno de los grandes valores del periodismo anglosajón porque garantiza la ecuanimidad, la proporcionalidad, y previene contra los daños derivados de las interpretaciones desenfocadas y partidarias de los hechos.
En el borrador de un auditor de la Cámara de Cuentas de Aragón sobre el ejercicio municipal de 2011 no aparece en ningún momento la palabra agujero ni con comillas, ni sin comillas. No aparece en ninguno de los cincuenta folios del dictamen preliminar cuya revelación en la fase de alegaciones ha generado una significativa alarma social y una quiebra real del principio de contradicción en el que se basa el procedimiento de alegaciones.
para entendernos, se ha dictado sentencia pública contra la parte fiscalizada sin escucharla previamente con un grave incumplimiento de los deberes de la Cámara de Cuentas. Su reglamento interno exige la confidencialidad hasta que se firma el informe definitivo. En ningún otro proceso de fiscalización de la Cámara de Cuentas, órgano de reciente creación adscrito a las Cortes de Aragón, se había violentado la fase secreta.
Con el Ayuntamiento de Zaragoza, sí. Con el Ayuntamiento de Zaragoza, todo vale, hasta convertir un desacuerdo contable en un “agujero” de casi la mitad del presupuesto municipal del ejercicio de 2011. Una cifra tan hiperbólica, tan exagerada, que para cualquiera que tenga dos dedos de frente no tiene ni pies ni cabeza.
Las consecuencias están siendo la significativa alarma social a la que me refería, que alimenta la indignación ciudadana y erosiona el crédito de las instituciones, y que está basada en la tergiversación de términos y conceptos del propio informe que, paradójicamente, es secreto y no puede ser precisado todavía por la Cámara de Cuentas.
Me refiero al término “agujero” por el que se pretende dar a entender la existencia de deudas ocultas por valor de 355 millones de euros y la consiguiente ruina económica de la ciudad que, mira por dónde, gobernada por la izquierda, cerró el ejercicio de 2013 con un resultado presupuestario positivo de 93,2 millones de euros manteniendo el gasto social, el empleo público, y congelando impuestos, ordenanzas, tasas, y precios públicos municipales. Lo que hay en ese borrador son criterios contables provisionales, en gran parte equivocados, tal y como acreditaremos en la fase de alegaciones, aunque esa fase se ha visto desvirtuada por las filtraciones interesadas producidas......"continúa.


La cuestión respecto a lo que denuncia Juan Alberto Belloch en su blog es, que al margen de las prácticas periodísticas más o menos tendenciosas contra el Gobierno Municipal, el Ayuntamiento esta comprometido con los ciudadanos y con el empleo incluso en sus empresas concesionarias, más aún de lo legalmente exigible a una corporación local, mediando en los conflictos que, aparentemente no han originado ellos, lo cuál celebramos todos ya que demuestra algo de lo que promete un ideario progresista en lugar de mirar hacia otro lado cuando hay problemas.

Por eso no se puede defender que se sostenga el cumplimiento de la estricta legalidad a la hora de solucionar problemas acuciantes como el de la falta de personal en los servicios y que originó el despido de trabajadoras y trabajadores, funcionarios del Ayto. tales como auxiliares administrativos, oficiales polivalentes, Zaragoza Vivienda, etc. En un juego de trileros que no tiene pies ni cabeza y solo contribuye al mayor descrédito del Ayto. que no se posiciona claramente ni busca soluciones, la legalidad hace años era que no se podía contratar y se contrataba (no entro en detalles), tan legal como que nadie puede estar más de dos años interino sin que se convoque su plaza y tan legal como es en algunos países cortarle la mano al que roba. La excusa de la legalidad sirve mientras la injusticia o el derecho que protege es mayor que el que quita (de eso bien sabe nuestro Alcalde), pero en política, la defensa de los derechos se relativizan al extremo y no debería ser así. Si una corporación apuesta por el mantenimiento del empleo, debería ser rotunda y defender su postura sin fisuras, la injusticia comienza cuando se quiere quedar bien con todos y al final no se contenta a nadie y lo que es peor, se es complice de la injusticia bajo el pretexto de la legalidad.



Dijo Bill Cosby (Cómico Norteamericano)
"Cuando me preguntan cuál es el principio del éxito, contesto que no lo sé,
pero el comienzo del fracaso es querer gustar a todo el mundo". 

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